Guía definitiva para un gran cambio: del mobiliario de bebé al dormitorio infantil

¿Las cunas de bebé se han quedado pequeñas para tus hijos y necesitas renovar el estilo de su habitación? La decoración es un recurso grandioso para ayudarte a reconvertir estas estancias en dormitorios infantiles agradables y acogedores, en los que los más pequeños de la casa puedan sentirse cómodos y a gusto.
¿Necesitas un poco de ayuda para empezar? Sigue leyendo y te contamos cómo hacerlo, ¡paso a paso!
Antes de reformar... ¡Planifica!
Aunque parezca un consejo obvio, tomarte tu tiempo para planificar tus reformas en detalle es la mejor garantía para obtener un resultado final a la altura de tus deseos. Antes que nada, ¡toma medidas! Así podrás tener una idea mucho más exacta del espacio disponible y las posibilidades que ofrece.
Después, piensa en los objetivos de tu reforma. ¿Quieres una renovación total o solo necesitas comprar una cama infantil? ¿Te gustaría conservar alguno de tus antiguos muebles de bebé? ¿Necesitas adecuar esta estancia como un dormitorio doble?
Máxima funcionalidad para dormitorios infantiles
Sea cual sea el estilo que buscas, los dormitorios infantiles siempre deben cumplir con estas funciones básicas: espacio de descanso, almacenaje, juego y estudio. Teniendo en cuenta estas necesidades, ¿cuál es el mobiliario básico que no puede faltar en estas estancias?
- Sustituir las cunas de bebé por una nueva cama constituye la mayor inversión dentro de este tipo de proyectos. ¿Qué debes tener en cuenta a la hora de comprar una cama infantil? Por supuesto, las camas convencionales siempre son una opción, pero dentro del catálogo actual también encontrarás modelos con interesantes prestaciones añadidas para dormitorios infantiles y juveniles. Las camas nido, como las que puedes encontrar en Muebles Fun, son ideales cuando los hermanos comparten cuarto, o las camas compactas, con espacio de almacenaje extra y diferentes formatos (camas compactas altas o bajas) para adaptarse a habitaciones de todos los tamaños.
- Si tienes una cuna convertible, solo necesitarás quitar la barandilla para tener una cómoda cama infantil. Más fácil, ¡imposible!
- Dentro de la oferta de mobiliario actual, también cabe destacar a los dormitorios tren, perfectos tanto para habitaciones infantiles como dormitorios juveniles. Estos muebles integran en un mismo conjunto todas las piezas que necesitas: cama, armarios, estanterías, cajoneras e incluso, escritorio.
- ¿El armario se te queda pequeño? Si necesitas ampliar la capacidad de almacenaje, puedes hacerlo con elementos más sencillos, como baldas y estanterías, cómodas, cajoneras, cajas y cestos.
- Si tus hijos han comenzado su vida escolar, su habitación también debería contar con un espacio de trabajo cómodo y bien iluminado en el que leer y hacer sus deberes. En los primeros años, quizá sea suficiente con una mesa pequeña y una silla cómoda, que luego puedes sustituir por un escritorio más amplio cuando llegue el momento.
Decoración a lo grande, también para los más pequeños
A todos los padres nos preocupa ofrecer a nuestros hijos un entorno confortable y estimulante en el que crecer y la decoración será tu gran aliada para lograrlo. Las últimas tendencias en diseño de habitaciones infantiles y dormitorios juveniles apuestan por combinar los acabados lacados, sobre todo en tonos claros, con la alegría del color.
Unas pinceladas de rojo, naranja, rosa o amarillo aportarán calidez al espacio, mientras que si te decantas por tonos fríos -azules, verdes, violetas y malvas...- conseguirás un efecto más sosegado y relajante, ideal para el descanso de los más pequeños.
Mantenga neutrales los elementos de diseño más caros
En cualquier proyecto de diseño, hay algunas áreas que quieres que pasen la prueba del tiempo: los revestimientos del suelo, los muebles y los colores de la pintura. En lugar de utilizar estos elementos para hacer una declaración -como pintar las paredes de la habitación de un bebé de color rosa o azul pastel-, elija una opción que tenga poder de permanencia. Elige colores de pintura que sean cálidos y acogedores, acabados clásicos para tus muebles y revestimientos para el suelo que sean universales.
En cuanto a la neutralidad, el precio es una buena regla a seguir. Si el artículo que va a comprar cuesta una cantidad significativa de dinero, asegúrese de que no se sentirá anticuado en poco tiempo. Deje la incorporación de la decoración de moda para los artículos que no le importará reemplazar cuando pasen de moda.
Añada personalidad con los accesorios
Por supuesto, la habitación de tu hijo no debe carecer de personalidad, ni mucho menos. Es su propio espacio y hay que animarles a que lo utilicen para expresar quiénes son. Sólo tienes que asegurarte de añadir esos toques de personalidad con accesorios que puedan cambiar tan fácilmente como sus intereses. Es decir, artículos como alfombras, cojines y marcos de fotos que puedas cambiar con cierta frecuencia. Además, aunque siempre es bueno mantener el desorden al mínimo, permitir a su hijo que elija algunas chucherías para exponerlas en su habitación es una forma sencilla y asequible de que se sienta involucrado en el proceso de diseño.
Haz que tu hijo participe
El dormitorio de tu hijo es la zona en la que pasará la mayor parte de su tiempo, por lo que es fundamental que se sienta como en casa en este espacio. Se sugiere recordar a tus hijos que, aunque sus habitaciones son su propio espacio, también forman parte del conjunto de la casa. No tengas miedo de ser claro sobre las áreas que estás abierto a discutir y las que pueden ser innegociables. Pero ten en cuenta que cuanto mejor se sienta tu hijo en su espacio, más probable será que se ocupe de él a largo plazo.
Mantenga lo esencial
Cuando se trata de niños, nada es permanente. Cambian sus comidas, colores y estilos favoritos con la misma facilidad con la que sopla el viento. ¿Por qué debería ser una excepción el diseño de sus habitaciones? Prepárese para que lleguen estas peticiones de cambio y esté abierto a ellas cuando se produzcan. Sin embargo, si sigue estos consejos para diseñar una habitación que crezca junto con su hijo, podrá ahorrarse mucho tiempo, dinero y frustración en el proceso. Pero, lo mejor de todo, es que puedes respetar la personalidad única de tu hijo mientras lo haces, lo cual nunca es malo.
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